Hace poco anuncié que SEDA College había creado un modelo de franquicia, y que a partir de ahora cualquier emprendedor que quisiera tener su propia unidad podría empezar.
Mucha gente, sin embargo, vino a verme interesada y algunas de las preguntas que me hicieron fueron: Tiago, ¿por qué elegiste el modelo de franquicia en lugar del modelo de sucursal?
Lo cierto es que el modelo de franquicia es más escalable y fácil de gestionar. Pero como esta respuesta no se puede dar de forma sencilla, decidí escribir este artículo para hablar un poco más sobre ello. Espero que lo disfruten.
Menor costo de expansión
Las franquicias tienden a requerir una inversión inicial menor por parte del propietario de la marca en comparación con las sucursales. En el modelo de franquicia, el franquiciado corre con la mayor parte de los costos asociados con la apertura y operación del nuevo establecimiento.
Esto significa que la empresa matriz puede ampliar su presencia en el mercado con una inversión de capital significativamente menor y, además, ofrecer oportunidades a otros empresarios que quieran aprovechar el know-how del negocio.
La reducción de riesgos
Con un modelo de franquicia, los riesgos se minimizan para ambas partes. Para el franquiciador, esto evita tener una unidad que tenga pérdidas. Y para el franquiciado, el negocio cuenta con un apoyo total.
De esta manera, las posibilidades de que una unidad franquiciada salga mal son mucho menores que las posibilidades de que una sucursal no vaya bien.
Motivación empresarial
Los franquiciados, al ser propietarios independientes, tienden a estar muy motivados para garantizar el éxito de sus unidades. Después de todo, invirtieron su propio dinero y tienen una participación directa en las ganancias.
Esta motivación a menudo se traduce en una gestión más dedicada y un mejor servicio al cliente en comparación con una sucursal, que puede no tener la misma autonomía o motivación directa.
Mayor agilidad en el crecimiento
La expansión a través de franquicias permite que una marca crezca más rápido. Bueno, no necesitas tener mucho capital disponible para esto.
Después de todo, como los franquiciados asumen gran parte del trabajo y la inversión necesarios para abrir una nueva unidad, se pueden lanzar varias franquicias simultáneamente en diferentes ubicaciones.
Esto es algo que puede resultar un desafío para las sucursales, que dependen de una gestión e inversión centralizadas.
Adaptación local
Los franquiciados locales suelen tener un conocimiento profundo de la comunidad y el mercado en el que operan. Y eso hace una gran diferencia.
Pueden adaptar aspectos del negocio para adaptarse mejor a las necesidades y preferencias locales, asegurando que la franquicia tenga éxito en diferentes regiones.
Por otro lado, una sucursal puede seguir directrices más estrictas y tener dificultades para adaptarse a los matices locales debido a la falta de conocimiento.
Ingresos continuos para la marca.
Para la empresa matriz, las franquicias generan una fuente continua de ingresos a través de regalías y honorarios, lo que permite la reinversión en la marca.
Estos pagos, generalmente basados en las ventas o ganancias de la franquicia, brindan un ingreso estable sin los costos operativos asociados con la administración directa de una unidad.
Si bien las sucursales todavía tienen su lugar en determinadas estrategias comerciales, no se puede negar el atractivo y las ventajas del modelo de franquicia.
La combinación de menor riesgo, reducción de costos, motivación empresarial, agilidad y adaptabilidad hace de las franquicias una opción muy atractiva para emprendedores y marcas que buscan crecer y solidificar su presencia en el mercado. ¿Estás de acuerdo?