Me he encontrado con muchas cosas aquí en LinkedIn, como empresarios que dicen que no promueven la acción afirmativa porque creen en la meritocracia.
Es una palabra bonita, y estaría muy bien que existiera de verdad. La verdad es que en Brasil no existe la meritocracia pura.
Para que realmente ocurra, el punto de partida debería ser el mismo para todas las personas, y bien sabemos que no lo es.
Los que nacen en medio de una favela, en condiciones totalmente adversas, no tienen las mismas oportunidades que un joven de clase media alta.
Para ello tendríamos que avanzar mucho en saneamiento básico, educación pública, sanidad pública, transporte público y lucha contra la pobreza.
Mientras esto no ocurra, es imposible tener en cuenta únicamente los méritos y las competencias en un proceso de selección. La discriminación positiva es una necesidad urgente.
La importancia de la discriminación positiva
La discriminación positiva avanza desde hace tiempo. Las cuotas raciales y sociales fueron el pistoletazo de salida para llamar la atención del mercado sobre esta cuestión.
Desde entonces, estudios realizados en la USP (Universidad de São Paulo) han demostrado que en los primeros años de universidad es muy difícil que los alumnos de escuelas públicas sigan los cursos al mismo ritmo que los alumnos de escuelas públicas.
Sin embargo, gracias a las tutorías e incluso a los propios esfuerzos del estudiante, al llegar al último año de universidad, esta diferencia es mucho menor.
Esto demuestra que cuando se lleva a cabo la discriminación positiva, se está dando la oportunidad a la meritocracia, porque se está poniendo a los que han tenido menos oportunidades en pie de igualdad con los demás.
Acción positiva en las empresas
Hace poco más de dos años, Magalu fue uno de los pioneros en celebrar un proceso de prácticas sólo para negros y morenos. La decisión se tomó después de que la cadena descubriera que había muy pocas personas negras y morenas en puestos de liderazgo.
Desde entonces, otras empresas han adoptado el mismo planteamiento. ¿Ha igualado esto a la baja la calidad de estas organizaciones como muchos decían? Nunca.
Así como la educación en la USP no disminuyó, lo mismo ocurrió en las empresas. Al fin y al cabo, cuando las personas con menos oportunidades adoptan una posición como ésta, trabajan el doble para no dejarla escapar.
Esta discriminación positiva no tiene nada de paternalista. Existe para igualar mejor el punto de partida y, a partir de ahí, crear una verdadera meritocracia.
Por eso abogo tanto por que todas las empresas adopten estas medidas. Sin ellos, seguiríamos en un país con profundas desigualdades raciales y sociales.
Creo que con el paso del tiempo, estas acciones serán las responsables de que tengamos un país más humano, justo, igualitario y mejor para todos. ¿Está de acuerdo?