Confieso que había separado otro tema para escribir en este último día de 2022. Pero, ¿cómo iba a escribir otra cosa con la muerte del Rey del fútbol?
No estoy aquí para cuestionar los errores y aciertos que Edson tuvo en su vida personal. No lo conozco personalmente, desconozco sus penas y motivaciones para tejer cualquier tipo de juicio que veo que sucede en las redes sociales.
Yo, mero amante del deporte y del fútbol, sólo estoy orgulloso de haber nacido en el país donde el rey brilló en el campo, con sus toques, pases y goles que marcaron una época.
Nelson Rodrigues declaró el 12 de julio de 1958 que, tras el 5-2 de Brasil a Suecia, todo había cambiado.
El número 10 dejó de ser sólo un número para representar la camiseta más pesada del fútbol brasileño. Brasil nació para el mundo.
Los colores han llegado a Brasil
En palabras de Nelson Rodrigues, “las chicas de la calle, las mecanógrafas, las dependientas, las colegialas, caminan por las aceras con un encanto de Juana de Arco. La gente ya no piensa que son mestizos. Sí, amigos, los brasileños tienen una nueva imagen de sí mismos”.
Cuando leí este pasaje me pregunté: ¿qué era Brasil antes de Pelé? Un país recién salido de la monarquía, que había dejado atrás la esclavitud hacía sólo unas décadas.
¿Quién era el hombre negro en Brasil antes de Pelé? El Rey realmente lo cambió todo. El fútbol, antaño amateur, se transformó en un arte. Los pobres, especialmente los negros, se enorgullecían de sí mismos.
En el extranjero, Brasil empezó a ser respetado. Desde entonces, la selección brasileña se ha convertido en una de las mejores del mundo. Todo ello gracias al gran jugador que era.
La emoción antes de la partida del Rey
Confieso que hoy me he emocionado al ver los titulares de todos los periódicos del mundo anunciando su marcha. Pelé fue un icono, ocupó el Ministerio de Deportes durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso e influyó en varias generaciones.
¿Cuántos regateadores vemos hoy que son creación suya? Además de esto, Pelé también dejó un legado social. En Curitiba patrocinó el programa “Goles para la vida”, que recaudó fondos para el Hospital Pequeno Príncipe.
José Álvaro Carneiro, director corporativo del Complexo Pequeno Príncipe, dijo una vez: “En nuestra historia están el Rey y el Pequeno Príncipe”.
Hoy no sólo el fútbol brasileño está de luto. No sólo los seguidores del Santos están de luto. Pero el fútbol mundial y los seguidores de todos los clubes.
La influencia en los niños de Brasil
Edson puede haberse equivocado como persona en muchos momentos de su vida. Pero Pelé era único, un rey del balón, una influencia para miles de niños pobres de Brasil que nacen ante la mayor adversidad.
¿Sabes por qué? Porque cuando alguien nace en una favela, sin saneamiento básico, sin ayuda gubernamental, sin acceso a la educación, sin acceso a la sanidad, la única perspectiva que tiene en la vida para ascender socialmente es ¡jugar al fútbol como Pelé!
Gracias por todo lo que ha hecho por el fútbol y por Brasil. Sin su influencia, quizá no creería en mi potencial para llegar donde estoy ahora.