El comienzo del año es el momento adecuado para revisar metas y objetivos. Si empiezas el año sin objetivos, es como estar sin rumbo en alta mar.
Intenta imaginar un barco. Cuando sale de un puerto tiene un destino determinado. Luego sigue la brújula, e incluso frente a las tormentas, sabe que tiene un plazo para llegar a su destino.
Ahora imagine que este barco simplemente zarpara en alta mar sin saber exactamente adónde ir. La posibilidad de perderse e incluso hundirse en el camino es muy alta.
Por eso, cada principio de año es necesario que definas muy bien los objetivos para el año si quieres llegar a alguna parte y no estar vagando en alta mar.
¿Cómo definir los objetivos?
Suelo separar mis objetivos en: profesionales, personales y financieros. Pero esto no es una norma, y puedes elegir como quieras.
La idea, sin embargo, es que tengas un objetivo bien definido para saber dónde y cómo debes llegar a final de año. De lo contrario, se quedará en el camino.
En los objetivos profesionales pongo cómo pretendo llegar profesionalmente a finales de 2023, mientras que en los objetivos personales pienso en cómo llegar en mi vida personal.
Separó los objetivos financieros de los personales precisamente para tener un objetivo exclusivo sólo para el dinero, y así no confundirlo con el bienestar y la salud.
Objetivos profesionales
Para facilitar la comprensión, pondré ejemplos. En el caso de los objetivos profesionales, suelo poner dónde quiero estar y cuánto quiero ganar.
Por ejemplo: “conviértase en un gran empresario con un ingreso neto mensual de R$ 100 mil hasta diciembre de 2023”.
Verás, no es ningún secreto marcarse un tanto. Lo único a lo que tienes que prestar atención es a si es realmente alcanzable. Para ello, suelo utilizar el sistema SMART.
En otras palabras, el objetivo tiene que ser específico, mensurable, alcanzable, pertinente y limitado en el tiempo. Eso significa que al final del año tiene que ser perfectamente posible alcanzar el objetivo.
Objetivos personales
Dejo los objetivos personales para lo que espero de mi vida personal. Y en esto pongo los sueños que pretendo realizar en todos los ámbitos.
Por ejemplo: “Pierde 10 kg y mantenlos hasta final de año”. Publicar dos libros para ayudar a la gente. Compra un coche 0 km”.
También era un ejemplo sencillo. La misma lógica se aplica a los objetivos profesionales que a los personales. Es decir, tienen que ser SMART.
Objetivos financieros
Por último, los objetivos financieros que me marco no están relacionados con cuánto quiero ganar, sino con cuánto quiero tener invertido a final de año.
Por ejemplo: “Tener 20 millones de reales invertidos en startups y fintechs de forma diversificada, y 20 millones de reales en activos de menor riesgo”.
Esto también era sólo un ejemplo. Tienes que pensar en la liquidez que tienes hoy y en la que pretendes tener a final de año.
Considera tus posibilidades de reunir dinero para alcanzar tus objetivos financieros. Si tiene deudas, salir de ellas puede ser un buen objetivo.
Como ves, lo importante de tener un objetivo es saber exactamente a dónde vas, hacia dónde se dirige tu año, sin perderte, navegando al azar.
