Vivimos tiempos en los que la sociedad está cada vez más dividida, tumultuosa y con prisas por obtener ganancias materiales como forma de mostrar el estatus social, o incluso para aumentar su comodidad.
Cada uno tiene sus propias convicciones y aspiraciones en la búsqueda de lo que cree que es lo mejor a seguir. Sin embargo, ¿no estamos persiguiendo demasiado para tener y olvidándonos un poco de ser y vivir?
¿Qué garantiza que una persona que ha ganado en su vida profesional también haya ganado en su vida personal? Y voy más allá: ¿quién garantiza que sea realmente feliz con la vida que lleva, aun habiendo conquistado tanta riqueza?
Vivir por ser o por tener
Ante tales reflexiones, me pregunto: ¿vivimos para tener o para ser? ¿Nuestra vida gira en torno a los bienes de consumo que deseamos o gira en torno a la búsqueda de nuestra paz interior?
En un mundo donde los valores están invertidos, y se idolatra a las personas aparentemente exitosas, poco espacio cabe para tal reflexión. Pero creo que es importante viajar dentro de nosotros mismos y repensar algunos valores.
Estoy de acuerdo en que la falta de dinero nos priva de muchas cosas como conocer un nuevo país, tener una casa más cómoda o incluso un mejor auto. Pero, ¿es ahí donde radica la verdadera felicidad?
Veo algunos movimientos emergentes en el mundo como el minimalismo que muestra cómo menos puede ser más. Después de todo, cuanto menos tenemos, menos preocupaciones y menos posibilidades de pérdida.
Menos dinero, más tiempo libre
Pensando en esta reflexión, terminé por embarcarme en algunas reflexiones aquí. De todos modos, para ganar dinero tenemos que trabajar. Y el trabajo nos cuesta horas diarias dedicadas a él.
Bueno, cuánto más necesitamos dinero, más tiempo tenemos para trabajar y, en consecuencia, menos tiempo libre tenemos para dedicarnos realmente a actividades que realmente nos dan placer.
Entonces, en esa misma lógica, cuanto menos dinero necesitamos para vivir, más tiempo nos queda, porque no tenemos que trabajar tanto. Así que menos dinero significa más tiempo. Entonces, ¿qué es mejor?
Estoy de acuerdo en que la respuesta no es una verdad absoluta, al fin y al cabo todo son puntos de vista, y no es lo mismo la opinión de unos que la de otros. Es decir, algunos pueden argumentar que es mejor tener más y otros que es mejor tener más.
Momento de reflexionar y despertar el pensamiento crítico
Ante las reflexiones expuestas, no quiero bajo ningún concepto tildarlas de verdaderas, sino tan sólo mostrar que con el tiempo tan acelerado nos hemos convertido en una máquina de hacer en busca de tener, y nos hemos olvidado de lo primordial. : ser.
Es cuando experimentamos el ser que logramos despertar nuestro sentido crítico, nuestra capacidad de reflexión, de comprensión de los demás y de ser personas más cercanas a lo que representa la palabra humanidad.
¿Si pienso que deberíamos tener lo mínimo para vivir el ser? Mi respuesta es: no lo sé. Incluso porque las obligaciones que tengo me impiden aplicar esta teoría en la práctica.
Pero creo que es importante reflexionar sobre ello para que no nos convirtamos en una sociedad cada vez más inmersa en tareas, y que ni siquiera olvida su propia esencia y conexión con la vida. ¿Estás de acuerdo?