El mundo está pendiente de la 27ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP27) que se celebra en Sharm El Sheikh (Egipto).
En el debate, todos los países están preocupados por la emisión de gas carbónico a la atmósfera, que eleva la temperatura del planeta.
Lo que se discute son las formas de minimizar este impacto. Veo que, además de los gobiernos, las empresas también tienen un papel central en esta reducción.
Al fin y al cabo, en cierto modo, la producción industrial contribuye a la degradación del medio ambiente. Y aunque se ha avanzado mucho, queda mucho camino por recorrer.
Una preocupación urgente
La preocupación por el medio ambiente es cada vez más urgente en el escenario mundial, ya que cada vez es más difícil cumplir el objetivo de aumentar la temperatura del planeta en sólo 1,5º para 2100.
Si continúa al ritmo actual, la previsión es que tengamos un calentamiento cercano a los 2,8º hasta finales de este siglo, lo que puede comprometer la vida de las generaciones futuras.
Por parte de las empresas, veo que se puede hacer mucho. El principal es evaluar los impactos de toda la producción, así como de la cadena productiva en la sostenibilidad del planeta.
Otro punto es dejar de lado el beneficio y centrarse en la producción de bienes más duraderos, ya que habrá menos desechos y menos residuos.
Medición de las emisiones de carbono
Las organizaciones también deben prestar atención a las emisiones de carbono y gases de efecto invernadero a la atmósfera. Hay empresas que emiten más y otras que emiten menos.
Lo importante es realizar la medición de esta emisión a partir de inventarios con herramientas convencionales. Este es un paso esencial.
Al fin y al cabo, aquí es donde se averiguan las fuentes de emisión, se recopilan los datos, se aplican los cálculos y se identifica el camino que debe tomarse: la reducción o la neutralización de las emisiones.
¿Cómo es la neutralización del carbono?
Si la empresa no puede reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, puede neutralizar el carbono emitido comprando créditos de carbono a otras organizaciones.
Un crédito de carbono corresponde a una tonelada de carbono equivalente (CO2e). Las empresas que venden estos créditos pueden obtenerlos de varias maneras.
Una de ellas es capturar el biogás de un vertedero y convertirlo en energía, otra es preservar los bosques autóctonos, ya que estos árboles emiten oxígeno y capturan el gas carbónico de la atmósfera.
Al generar este crédito de carbono mediante el uso de energía limpia, esta empresa puede venderlo a otra que no pueda reducir sus emisiones para neutralizar lo emitido.
Por lo tanto, no hay excusa para no crear acciones que colaboren con la sostenibilidad del planeta, dejando un mundo mejor para nuestros hijos y nietos.
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