¿Cree en la suerte en el mundo de los negocios? Atribuyó la llamada suerte a una serie de factores. Consulte mi opinión sobre el tema.
Puede que hayas oído a alguien decir: esa persona tuvo suerte. Creó una empresa y de la nada empezó a vender mucho.
La verdad es que la suerte no existe en el mundo de los negocios. Más aún hoy en día, cuando el mercado exige cada vez más eficiencia.
No hay forma de sobrevivir en un entorno altamente competitivo si no se cumplen todas las expectativas de los clientes. Así que no creas en la suerte.
La visión por encima de todo
Uno de los puntos que muchos atribuyen a la suerte es la visión de un nicho de mercado. Al fin y al cabo, puedes decir que has gestionado bien una empresa y aun así no ha salido adelante.
Yo creo en eso. Incluso porque hay ramas en las que hay mucha competencia, o incluso están condenadas al fracaso. Por muy bien gestionado que estuviera un videoclub, tenía los días contados.
Así que creo que a lo que muchos llaman suerte, yo lo llamo visión. La persona que encontró un nicho de mercado estudió las oportunidades y las amenazas. Se dedicó a hacer un buen plan de negocio y se arriesgó.
El buen producto y el excelente servicio
Sin embargo, el mero hecho de tener una buena visión del mercado no garantiza a nadie el éxito hoy en día. Porque por muy bueno que sea su producto y por muy prometedora que sea la zona explorada, alguien abrirá la competencia.
Si ese alguien ofrece un producto más mejorado y un servicio mucho más humanizado que el suyo, seguramente se quedará atrás.
Por lo tanto, no basta con encontrar un buen nicho en el mercado, sino que hay que crear sobre todo un producto que responda a los deseos de los consumidores, y ofrecer un servicio con una profunda excelencia.
Recuerde que su cliente es cada vez más exigente. Y si no eres capaz de satisfacer sus demandas, seguramente te quedarás fuera del mercado.
El momento adecuado para empezar y parar
Por último, no podía dejar de mencionar un consejo que me parece fundamental. Encontrar el momento adecuado para empezar y parar. Al fin y al cabo, hay sectores que son muy buenos hoy, pero eso no significa que vayan a serlo dentro de unos años.
Por ejemplo, las empresas que desarrollaban fotografías ganaban mucho dinero en el pasado, pero hoy en día ya están desfasadas.
Lo mismo ocurre con los que producen cámaras. Aunque hay demanda de productos profesionales, los aficionados simplemente han sido sustituidos por las cámaras de los smartphones.
Así que hay que saber hasta dónde puede llegar el sector en el que se está, y encontrar también el momento adecuado para detenerse.
Como puedes ver, mucho más que la suerte, el empresario necesita estar atento a las cuestiones estratégicas del negocio, ya que esto es lo que te hará avanzar. ¿Te ha gustado? Entonces deja tu comentario y compártelo con tus amigos en tus redes sociales.